La noche parece imposible.
Un gorrión se invisibiliza y pierde el rumbo.
No hay esplendor de esta luna donde solo ganan los alquimistas.
Envalentonados, con un gesto ruin, aluden a nuestros escrúpulos como manchas.
Los caminos, obturados, quedan a merced de esos salteadores.
La noche que parece imposible, lo es.
Nosotros, cabizbajos, dejamos que la vida esté en manos de su concupiscencia.
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