muy instalado
-aún y a pesar de estar en sábado a la tarde-
el vacío
el no
la inconsistencia
me toman y a rienda suelta
hacen de mí un estanque envenenado
no hay palabras para la salida
no hay ventana para airear
solo los isquiones apelmazados
y un agobio
que enceguece
hace la danza del enamorado que extorsiona
y ata