EL DIAMANTE
Desestructurado
el diamante. No obedecerá el mar a los reclamos;
quedará
parado el mundo frente a la marea
y no se
dará la coincidencia.
Así
está mi vida frente a la tuya;
así
estará a pesar de todos los escándalos del orbe;
perdurará de esta manera aunque
la paz sea condescendiente con los conejos y yo,
desde la subasta de mi afecto,
quedaré muda de él aún sedienta.
Es una inflexión; la síntesis de
no ser el mar y de mirarlo compulsada a convertirme.
Agua y agua en mi deseo y su sordera.
Agua y agua en la mujer que espera no se sabe qué buque desde un cuento donde
Onetti duerme su desesperanza.
Desestructurado el diamante. El
mar actuado.
Lejos y lejos el agua zarpa sin
mí y sin la dama del muelle.