sábado, 12 de julio de 2014

Me ronda

da vueltas
una canción donde las hadas encadenan, da vueltas
me ronda una música de trinos que se ahogan
después me ronda un silencio

me ronda una cuerda
una vibración de alas que motoriza el aire y me despeina
me ronda el despeinarse
un desabrochar el corpiño y echarse a la tierra con la fuerza del caído
un abandonarse y dejar ir olas de la melodía y de su cárcel

me ronda la ausencia y sus compases
me ronda la síncopa y los contratiempos
me ronda una lúbrica cantinela de murmullos amorosos
una melodía de atar cabos y largar las cintas
un cantar con begonias de lazos azulados
y la mirada impune del que duele en su dolor durmiendo una siesta catastrófica

rondada que estoy
las notas de un acorde se acomodan al alarde
se abre mi brazo hacia la calle
la mano tocando ala risueña y una piedra
en el pecho
que grita “aquí hay algo por decirse”

jueves, 10 de julio de 2014

Emilio Mitre siempre trabaja

milagro el sueño
tu torrente engarza sus uñas al cordón
no canta
desde el ombligo
mi cintura corona la embriaguez del desorden

milagro al dormir
un cuento de almohada que se cae
un edredón
el canto de la sirena deambula y toda la maquinaria
del diablo
confunde mi sueño con su alegría

milagro el dormir
Emilio Mitre siempre tiene trabajo
siempre hay un motor dispuesto a electrizar mi sedación
y me ahorca
irrita
deja de mi piel un gusto a reptil enardecido
y no me deja el descanso

estoy cansada
necesito mi cuello sobre molde inconsciente
para darme un respiro o un hipo de silencio
a la acidez de mis muslos


domingo, 6 de julio de 2014

Lluvia y embarre y asfalto

Si, de la lluvia solo queda el olor
del olor solo la expresión de sus devaneos.
En la soledad de la calle
cuando la luz del cartel ilumina al bies, yo camino lejos,
sin ver
diciéndome que dentro de tres meses, tres años o tres lustros
daré con la tranquilidad de mis gestos y la lluvia me mojará apenas
o no me mojará
y será lo mismo.

En la soledad de mi calle lo que fue un adoquinado
ahora es un asfalto de rastrillos donde tropiezo.
Pienso que mañana o dentro de un tiempo
no me caeré. No resbalaré por la honda canción de los feos
y adobaré de sonrisas la comisura de mis broncas
para parecer menos árbol desterrado o menos río de embarre.