Leo el horóscopo de la semana
duele saber que me auguran desgracias y ahogos,
amargos desarrollos en forma de lluvia calumniosa y
un arrebato de molestias en el dorso de la cumbia.
Me dice que en el pie izquierdo
y en mi grupo de trabajo radica el desequilibrio de mis astros,
que iré engañada a reuniones de brujas minuciosas
y que, en mi destruida presencia,
dictarán una sentencia donde seré condenada a sufrir
jefaturas estelares lacerantes.
Leí dos horóscopos distintos y dicen lo mismo, o sea,
es verdad. Lloro.