a
Laura Frydenberg
La bocacalle se abre a la mañana como si hubiera un
horizonte.
La sobrina ya está grande y la vida, creciendo, me dio una mano para despertar.
Vendrán las firmas, algunas risas y un café tomado a medias;
la misa del Domingo de Ramos y un malón cristiano que nos sorprendió
La sobrina ya está grande y la vida, creciendo, me dio una mano para despertar.
Vendrán las firmas, algunas risas y un café tomado a medias;
la misa del Domingo de Ramos y un malón cristiano que nos sorprendió
en pandemia.
Qué belleza tenerte cerca.
Qué alegría verte vivir.
Las playas del mundo no van a alcanzar para que tengas todo el sol que merecés y disfrutarías.
Ola y ola los bailes y las rondas;
tus bellezas me suavizaron el domingo. Gracias.
Qué alegría verte vivir.
Las playas del mundo no van a alcanzar para que tengas todo el sol que merecés y disfrutarías.
tus bellezas me suavizaron el domingo. Gracias.
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