arrecia la
noche
amenaza con
gotas de una lujuria que viene desde el siglo pasado
y mientras
las uñas crecen
una luz de
lo por venir implanta sus dudas
hubiera
sido lindo pasar unos días en el mar
o tal vez
andar con
los pies en el río de San Esteban
pero no
la
naturaleza, en mí, es el jugo de limón refrescando mis axilas
y las
maniobras de la cuchilla cuando corta la fibra de la carne del pollo
avanza la
noche
un viento a
que llovió en otro lugar golpea mi ropa
el balcón apenas
se extiende
mientras me
encierro porque la gata está en celo y no se la daré a los bandidos
crece la
noche
el borbotón
de vino dulce que tomé en la cena se mudó a mis mejillas
tal vez
hubiera sido más útil repartirlo
regalarlo
al lunes que alimenta a los pobres del barrio
debo
espantar el gusto por el alcohol y lo hago
resignando
fiestas o juntas enredadas
inunda la
noche
elijo mis
manos
refuerzo
los colores de la laringe y doy a beber algunas notas
es mi sino
la
fatalidad de estar y ser aquí y ahora
papiro que
se arruga y se desintegra aunque lleve secretos en su trama
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