a los 38 años de mi querido Esteban
El tiempo araña su marca y ronda
mientras los fantasmas que tanto nos asustaban
resultaron ser nuestros contiguos…
Todo lo cotidiano se volvió ajeno.
No supimos más / el idioma / ¿qué construiremos a partir de hoy?
¿con qué palabras?
si el dolor que nos infligieron nos hubo dejado mudos.
Yo sé que saldremos caminando y bellos
aún y a pesar de haber quedado en muñones.
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