Allí, en la nada de mi madre,
al costado del muerto que mi padre cargaba,
después del asma de mi hermano y
arrinconada por el aprendizaje de mi hermana,
deambulaba mi alma de cretina. Fue un falso nacer,
un postre sin caramelo,
una madrugada que no vería la luz.
Sol de invierno con lluvia para siempre
y parálisis.
Cargaría para cada día de la vida
este desgastante hechizo del sueño donde muero como ella
sin grito
y pagando por todo. Heredera
de un destino trágico que así y todo, no llega a cumplirse con belleza.
se puede filmar el alma?? si, se puede!
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