lunes, 28 de noviembre de 2016

Nuevo capitalismo



una uña clavada
un barrilete deshecho
una montaña de latas usadas
una zanja
un lodazal
la angustia de ese domingo
la vorágine del vómito
un estrangulamiento
esa castaña atravesada en la garganta
ese hueso de pollo lastimando
la mugre olvidada
el relleno de una ex empanada
restos de pizza cercados
una fractura expuesta
un callo que no deja de rozar
un forúnculo sin boca
la herida infectada
heces de perro en mitad de la vereda
la paloma a medio morir
fetideces de la ciudad se ponen a residir en la política de hoy
¡escapemos!

no nos queda mucho tiempo

domingo, 20 de noviembre de 2016

Tengo ante mí el diario de hoy

tengo ante mí
como en un juzgado
el diario de hoy
y mi cierta mirada
la duda
su constante martillo
me parte el cráneo
y se ahorca cuando llega a la garganta
no puedo traducir
lo que nada en mi cabeza
no tengo verdades
solo unas ideas vagabundas
que no piden permiso
ni se hunden

tengo ante mí
como ante el secretario del juzgado
el diario de hoy
y mientras un gobierno destruye
los nuestros se desatan
y mi cabeza se pierde en el descrédito de sí misma
unas pocas certezas
dos o tres ideas
no alcanzan para estar tranquila
las vagabundas de mí
no logran unir palabra con palabra

tengo ante mí
verdades de los otros
algunas coincidencias
y el mar de mis pensares
rondan mi ola de incertidumbre
y el dolor por mi silencio
la incerteza
cierta descredulidad

a veces creo que no se
otras
pienso que solo no puedo pronunciar sus nombres
me disculpo
pienso que estoy hecha para el lenguaje poético
o la canción

tengo ante mí
el diario de hoy
y veo el mundo de estos días
mientras tomo mi mate con sacarina
el cuerpo ajado de dormir mal
y una insistente fatiga que augura malos días

martillea sobre mis cejas
el deber ser de los militantes
y la esbeltez de las bailarinas
en medio
yo y el diario de hoy
acusante
acuciante

estoy rodeada de gente que sabe lo que dice
todos pueden explicar claramente las cuestiones
y yo
me suspendo
creo entender y cuando entiendo
mis ideas vagabundas rumban para otro lado
el baile de las perdidas
si
el mate no se toma con sacarina
así como exigir cuál es la mejor política de alianzas
dudo
el diario de hoy extrema mis debilidades políticas

he aprendido
últimamente
que lo mejor es callar
así lo hago pero eso mismo me obliga
a escuchar más profundamente
y arranca como nuevo

el círculo dudante

jueves, 17 de noviembre de 2016

Arrecia la noche



arrecia la noche
amenaza con gotas de una lujuria que viene desde el siglo pasado
y mientras las uñas crecen
una luz de lo por venir implanta sus dudas

hubiera sido lindo pasar unos días en el mar
o tal vez
andar con los pies en el río de San Esteban
pero no
la naturaleza, en mí, es el jugo de limón refrescando mis axilas
y las maniobras de la cuchilla cuando corta la fibra de la carne del pollo

avanza la noche
un viento a que llovió en otro lugar golpea mi ropa
el balcón apenas se extiende
mientras me encierro porque la gata está en celo y no se la daré a los bandidos

crece la noche
el borbotón de vino dulce que tomé en la cena se mudó a mis mejillas
tal vez hubiera sido más útil repartirlo
regalarlo al lunes que alimenta a los pobres del barrio
debo espantar el gusto por el alcohol y lo hago
resignando fiestas o juntas enredadas

inunda la noche
elijo mis manos
refuerzo los colores de la laringe y doy a beber algunas notas
es mi sino
la fatalidad de estar y ser aquí y ahora
papiro que se arruga y se desintegra aunque lleve secretos en su trama

lunes, 24 de octubre de 2016

¿Quién eras?



Quién eras, quién seguís siendo.
Llueve en sábado y tu cara se asoma a mis cejas con el aluvión de la sangre
una tu sonrisa muestra apenas los dientes y no logro descubrir
dónde está la mirada de la ley / la mirada del que ama.

Me reconozco atada a tus muertos
rodeada por los brazos de tu centro en el mundo y ahogada de tu medicina beatífica.

Algo angelical suena a vulgata.
Algo marcial también 
y la sensación de estar siempre en el error me hacen caminar de modo extraño.

Ahora lloro como si fuera una nena enancada en el dolor de haberte fallado pero por qué.
Cuáles eran las expectativas…

Mordaz, una Irene claudicante se postra ante el pasado y gira vals edípico como en El Padrino. 
Sos Marlon Brando, sos el desordenador, sos el viernes por la noche, sos el victimario.
Sos todos los hombres de espalda ancha que he amado y atávica
renuncio a la felicidad de pasar por el aro de fuego.

También sos la columna que cae.
También sos la columna que cae sobre mi espalda.
También sos la columna que pisa la cabeza de mi hermano.
También sos la mano que abraza al cruzar la calle.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Este cuerpo




Este cuerpo adornado de todas las desdichas y las desprolijidades
es el lugar donde alguna vez albergó la placidez y las pasiones.
Tiene un arco que vuelve a ser mi madre y duele en su sonrisa de pájaro caído
           buscando no morir bajo sus propias balas.
Este cuerpo de hoy se hizo día a día
con todos los rincones del hambre
con canciones rutinarias y holgazanas y una modorra que venía a cuento de locura.
Este cuerpo de hoy expulsa los encuentros
denosta los abrazos y evita el amor sufriente y el feliz.
Ha venido creciendo al ritmo de los bailes no bailados
los pasos no dados y las palabras que repetí sin sentido.
Este cuerpo me cobija
me deja cerca de la teta que mamá apenas me dio y me la inventa –para mí sola, todo el tiempo-.
Todo lo quiere ya.
Todo lo necesita.
Pide seguir con sus rutinas ingirientes para no jugar al tenis con su futuro. Ve en todos lados el acantilado final de los dudosos y masculla…
Este cuerpo cobija las noches donde el amor de papá tenía nombre y se soltaba sobre la mesa y no había duda y no había escarnio.
No había que hacer nada más que mirar el Teatro de Gas del Estado y sentir que éramos familia y todo estaba bien.
Este cuerpo de hoy sufrió hombres enloquecidos que hicieron de él su quiosco de golosinas y gozó de otros que encontraron en él su refugio, su hogar, su buenaventura.
Este cuerpo apenas pudo conocerlos. Pasaron, pastaron, posaron y se fueron o los fue. Queda el recuerdo de un placer y una pelea que no quiero repetir.
Este cuerpo de hoy tiene murallas. Ha construido un cerco de adoquines desde donde no es posible ver muchas cosas aunque las sepa.
Dio de comer a un niño. Abrazó a tantos otros y se solazó con el placer de la vida que se inicia.
Hoy no puede doblarse, no baila y no camina. Apenas vuela los sábados de madrugada cuando pone una película de amor y
se conmueve.