sábado, 4 de junio de 2011

un grito

un grito la noche o la mañana de sus mares no ha dejado huella en el esternón de la ballena. nadie contó cuantos de sus dedos no podían escribir solo no escribió. estanque estanque de la nada que aún no y no dice sus limas. no árbol no matemática del augurio solo flor instalada en el ojal equivocado o invisible de los labios. nada se dirá de este imperio corteza solo una magulladura donde el riel de la memoria no tiene tren ni baratura. hacha madre y padre en la piel de los codos y por fin kilos de amianto en las amígdalas. a veces es posible cantar cuando el llanto nos pone de rodillas.

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